Folklore y artesanía
Los correos reales de Carriedo.Se conservan referencias en el Catastro de Ensenada, así como alrededor de 60 documentos protocolarios que demuestran la existencia, entre los siglos XVI y XVIII, de un número significativo de correos a caballo del Rey naturales del valle de Carriedo. A mediados del XVIII (1753) rondaban el medio centenar de individuos residentes en el valle y en Madrid. Eran miembros de una cofradía o hermandad que actuaba bajo la advocación de Santa Ana y tenía su parroquia en el convento de El Carmen. Se trataba de profesionales responsables de la entrega de las misivas reales tras largas cabalgadas, expuestos a diversos peligros. En unas ordenanzas del XVIII, se describe cómo, a fin de abrirse paso en el Camino Real, llevaban bordadas en el pecho las armas reales y un látigo de cuyo chasquido se servían para avisar –antes portaban las insignias reales grabadas en el escudo y portaban una corneta o cuerno–. Asimismo, se consigna que estos correos eran inviolables, como lo eran los embajadores y los legados, y su detención o asalto se consideraba crimen de lesa Majestad. También se describían otros privilegios, como el derecho a retener las cartas en tanto no fueran pagados y a quedar exentos de cargas personales. En total, se citan entre 1619 y 1820 83 correos, procedentes de lugares como Abionzo, Bárcena, Carriedo, Penilla, Selaya, Villacarriedo, Santibáñez y Saro. |